Arriate 1407: Batalla de Arriate en 1407 entre musulmanes y cristianos encabezada por Hernando Arias en su lucha contra los moros en el río Guadalcobacín.
Moneda dinar.
Del poblado céltico "Arunda" y más tarde del romano "Laurus" proviene la capital de un reino taifa independiente llamado entonces "Hisn-Rand-Onda". Formaba parte del último reino de Granada y se rindió a los Reyes Católicos en el año 1485.
Batalla de Arriate, que tuvo lugar en 1407, cuando el alcaide de Cañete la Real acudió en ayuda de la cercana localidad de Setenil, que se hallaba amenazada por los musulmanes, y dejó su fortaleza al cuidado de su hijo. Los musulmanes aprovecharon la ocasión y atacaron Cañete, a resultas de lo cual murió el hijo del alcaide. En venganza, Hernando de Arias preparó una emboscada a las tropas árabes en el término municipal de Arriate.
Correrías de frontera
Los saqueos, golpes de mano y demás ataques por sorpresa llevados a cabo en territorio fronterizo, tanto por cristianos como por moros, eran una práctica habitual en los años de la guerra fronteriza, motivados por afán de riqueza, deseos de venganza o de atemorizar a la población vecina a fin de tenerlos pacificados. Todos estos ataques sorpresivos, protagonizados por fronteros arrojados y ambiciosos (muchas veces imprudentes y temerarios) finalizan con éxito o con fracaso y originan con frecuencia romances, en los que se cuenta aquel suceso protagonizado por un alcaide o por un jefe de frontera. Su carácter noticiero a veces sirve a las crónicas de fuente de información, aunque también hay muchos casos en los que el romance pone en verso rimado el texto de la crónica o el poeta echa mano de ella para componer algún pasaje oscuro de la historia.
El texto cuenta la venganza de Fernán Arias Saavedra, alcaide de Cañete la Real, por la muerte de su hijo Fernando a manos de los moros, acaecida en una correría por Setenil, realizada de forma irreflexiva y temeraria cuando sustituía a su padre al mando de la plaza. Comienza con un apóstrofe, en el que se resume lo sucedido, es decir, la muerte del imprudente hijo en una incursión contra los moros:
Buen alcaide de Cañete, - mal consejo habéis tomado:
en correr a Setenil - hacho se había voluntario.
¡Harto hace el caballero - que guarda lo encomendado!
Pensasteis correr seguro - y celada os han armado.
(vv. 1-4)
y la venganza del padre:
Fernadarias Sayavedra,- vuestro padre os ha vengado,
(v.5)
el cual se lamenta ante sus compañeros de armas la inmadurez y temeridad de su hijo, cuando van camino de Ronda con ánimo vengativo:
Nunca quiso mi consejo,- siempre fue mozo liviano
que por alancear un moro - perdiera cualquier estado.
(vv. 9-10)
En la última parte, narrada en tercera persona, se cuenta la venganza sobre los moros de Ronda, cuyo éxito se vio empañado por la muerte de Juan Delgadillo y otros compañeros. Pero el dolor por la muerte de su hijo era tan grande que
... el buen viejo Fernandarias - no se tuvo por vengado.
Romance de Fernandarias
-¡Buen alcaide de Cañete,
mal consejo habéis tomado
en correr a Setenil,
hecho se había voluntario!
¡Harto hace el caballero
que guarda lo encomendado!
Pensaste correr seguro
y celada os han armado.
Hernandarias Sayavedra,
vuestro padre os ha vengado,
ca cuerda correr a Ronda
y a los suyos va hablando:
-El mi hijo Hernandarias
muy mala cuenta me ha dado;
encomendéle a Cañete,
él muerto fuera en el campo.
Nunca quiso mi consejo,
siempre fue mozo liviano,
que por alancear un moro
perdiera cualquier estado.
Siempre esperé su muerte
en verle tan voluntario,
mas hoy los moros de Ronda
conocerán que le amo.
A Gonzalo de Aguilar
en celada le han dejado.
Viniendo a vista de Ronda,
los moros salen al campo.
Hernandarias dio una vuelta
con ardid muy concertado,
y Gonzalo de Aguilar
sale a ellos denodado,
blandeando la su lanza
iba diciendo: -¡Santiago,
a ellos, que no son nada,
hoy venguemos a Fernando!
Murió allí Juan Delgadillo
con hartos buenos cristianos;
mas por las puertas de Ronda
los moros iban entrando,
venticinco traía presos, t
rescientos moros mataron,
mas el viejo Hernandarias
no se tuvo por vengado.
Reconquista de Ronda 1485
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